Con una oferta que abarca tradición, cultura, deporte y entretenimiento, la Semana de Día de Muertos se ha convertido en una de las festividades más importantes de la CDMX. En los últimos días de octubre y los primeros de noviembre, la capital es un caleidoscopio de rituales tradicionales –como las ofrendas en el panteón de Mixquic, en Tláhuac– y manifestaciones contemporáneas o eventos de clase mundial como el Desfile de las Catrinas y el Desfile Internacional de Día de Muertos. También está el Gran Premio de la Ciudad de México que desde su regreso a la ciudad, en 2015, se le ha reconocido como el Mejor Evento del Año de la Fórmula 1 en múltiples ocasiones. La combinación de cultura, deporte y fiesta convierte a este periodo en uno de los más dinámicos y atractivos del calendario, demostrando cómo la cultura evoluciona, nutriéndose de ofrendas monumentales en espacios públicos como el Zócalo y el Bosque de Chapultepec, eventos como la representación de La Llorona en los canales de Xochimilco, o recorridos nocturnos en cementerios históricos como el Panteón de San Fernando.